El Poder Transformador de la Rutina en Mujeres con TDAH y TEA

La vida diaria puede ser un verdadero torbellino de actividades y desafíos para muchas personas, especialmente aquellas que viven con déficit de atención y/o están en el espectro autista. 

A las mujeres se nos considera “multi-taskers” a partir de nuestro género; se dice que las mujeres somos capaces de llevar a cabo varias tareas al mismo tiempo y seguramente, lo diga la ciencia o no, las mujeres sabemos la cantidad de cosas que somos capaces de hacer “al mismo tiempo”.

Para las mujeres con TDAH o TEA, la situación se complica mucho más y la tarea de navegar por las mil cosas que hay que hacer durante el día puede llegar a ser abrumadora y terminar en un temido “burnout” que se refiere a un agotamiento abrumador. En este artículo te hablaré del papel crucial que juega la rutina en nuestra vida cotidiana y destacaré  que establecer y mantener rutinas pueden ofrecer beneficios significativos en nuestras vidas.

El desafío de la variabilidad

Para nosotras las mujeres con TDAH y/o en el espectro autista, o simplemente personas “desorganizadas”, la variabilidad y la imprevisibilidad del día a día puede llegar a generar un grado importante de estrés y ansiedad. La falta de estructura dificulta la concentración y el enfoque y a gestión de tareas cotidianas. Establecer rutinas nos da esa estructura, nos pone en un marco organizativo que puede hacer que nos sintamos más seguras y capacitadas para enfrentar los desafíos diarios.

Cómo las rutinas benefician a mujeres con TDAH

El TDAH a menudo se asocia con dificultades en la organización y la gestión del tiempo. Las rutinas pueden actuar como anclas estabilizadoras en un océano de distracciones. Algunos beneficios clave son:

  • Mejora la organización: las rutinas proporcionan una estructura que facilita la organización. Establecer horarios específicos para tareas diarias como la planificación del día o la realización de las tareas domésticas, puede ayudar a reducir el caos y mejorar la eficiencia.
  • Fomenta la concentración: La estructura de la rutina puede ayudar a las mujeres con TDAH a concentrarse en una tarea a la vez. Dividir el día en bloques de tiempo dedicados a actividades específicas puede mejorar la atención y reducir la sensación de abrumamiento.
  • Gestión del tiempo: Con una rutina establecida se vuelve más fácil gestionar el tiempo de manera efectiva. Esto puede ayudar a evitar la procrastinación y garantizar que se dedique el tiempo suficiente a cada tarea.

La rutina como calmante para mujeres en el espectro autista

Las personas en el espectro autista con frecuencia experimentan sensibilidades sensoriales y dificultades en la interacción social. Las rutinas pueden ser un faro de estabilidad en un mundo que nos puede parecer caótico; las rutinas nos pueden ayudar en estos casos de las siguientes maneras

  • Proporciona previsibilidad: Las rutinas nos ofrecen un sentido de previsibilidad y orden en un entorno que puede llegar a ser abrumador. Saber qué esperar en diferentes momentos del día puede ayudar a reducir esa ansiedad.
  • Facilita la transición entre actividades: Las personas en el espectro autista pueden tener dificultades para cambiar de una actividad a otra; las rutinas nos dan una guía clara para estas transiciones, suavizando el cambio y minimizando el estrés. 
  • Ofrece seguridad emocional: Tener rutinas consistentes nos brinda un sentido de seguridad emocional. Saber que ciertas actividades o momentos del día son predecibles puede ayudar mucho a reducir la ansiedad y fomentar el bienestar emocional.

Ejemplos prácticos de rutinas efectivas

  • Rutina matutina: Establecer una rutina para las mañanas para mí, es fundamental. Esto incluye actividades como despertar y levantarse a la misma hora, hacer ejercicio, cuidarnos la piel del rostro con nuestras cremas y serums, meditar y hacer oración y desayunar nutritivamente nos puede proporcionar un inicio suave y estructurado del día.
  • Planificación semanal: Designar un día (yo elijo los domingos) para planear la semana nos ayuda a organizar tareas y compromisos: Esto puede incluir la creación de listas de tareas, revisión y confirmación de citas y la preparación para eventos futuros.
  • Tiempo de descanso programado: Incluir en nuestro plan momentos específicos para descansar y relajarse es esencial. Pueden ser pausas cortas entre actividades para tomar aire fresco, practicar técnicas de respiración y relajación, estirarse, tomarse un café o un té o simplemente desconectar durante un rato, dependiendo de lo que ya sabemos que tenemos que hacer pues ¡ya lo tenemos planeado!

Consejos para implementar y mantener rutinas

  • Comienza pequeño: no es necesario implementar una rutina completa de inmediato y en ocasiones, intentarlo puede llegar a ser abrumador y hacer que lo abandonemos. Agregar elementos gradualmente es mejor para no sentirse abrumada.
  • Flexibilidad dentro de la estructura: a pesar de que la rutina nos da estructura, es importante podernos permitir cierta flexibilidad pues la vida a veces nos avienta sorpresas y el ser capaz de adaptarse a cambios inesperados es una valiosa habilidad. Para nosotras, no es fácil desarrollar esta habilidad, pero con constancia, sí se puede lograr.
  • Recordatorios visuales: Incorporar a tus rutinas pequeños recordatorios visuales puede ayudar mucho. Calendarios, listas de cotejo de tareas y post-its en lugares estratégicos, además de una agenda o simplemente libreta para recordarte de tus pendientes nos ayuda a recordarlos y llevarlos a cabo.
  • Celebra los logros: Reconocer y celebrar los logros de los pequeños pasos que vamos dando para crear nuestras rutinas y organizarnos nos refuerza la conexión positiva entre las rutinas y el bienestar, motivándonos a mantenerlas.

Como puedes ver, si el establecimiento de rutinas es bueno en general para todos, para una mujer con TDAH o TEA es fundamental. La claridad con la podemos ver el panorama de un día frente a nuestros ojos cuando tenemos rutinas hechas y funcionando en diferentes ámbitos  ¡nos cambia el día para bien! Inténtalo, empieza poquito, pon tu despertador unos minutos antes de lo normal y haz algo consistentemente por una semana, como hacer ejercicio o romper tu ayuno con un jugo verde y verás lo bien que te hace sentir tanto física, como mental y emocionalmente lograrlo, tanto, que seguramente ¡querrás seguir con esa rutina!

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